POLÍTICAS ACTIVAS PARA DETENER LA CRISIS


 

Dr. Fernando López (*) - Especial para Hoy

               A raíz de los graves acontecimientos que se van sucediendo resulta cada vez más sencillo para el común de los mortales entender el estado de la crisis socio-económica . Las consecuencias, debido a su profundidad alcanza a todos.

               Por más lejos, al menos en la distancia que ocurriera el estallido social en Salta, las causas que lo motivaran no distan en nada de algunas circunstancias ocurridas en nuestra región. El principal inconveniente en Mosconi, fue la expulsión social que provocara el cierre de una empresa estatal y productiva como YPF, arrojando a la deriva a miles de trabajadores y sus familias, que al no ser absorbidos en otros empleos genuinos, quedaron en la situación afligente conocida. ¿En cuanto tiempo más va a ocurrir lo mismo con los casi cuatro mil obreros menos que tiene nuestra Destilería de Ensenada. Cuanto mas se va a soportar la situación en la medida que no se detienen las causas que provocan la existencia de más desocupados y excluidos?.

               Los estallidos mas que una protesta representaron las causas y padecimientos de los sectores postergados de la Argentina, y fundamentalmente desnudaron la falta de respuestas y responsabilidad de los gobernantes sin distinciones jurisdiccionales.

               Salta al igual que La Plata se encuentran en nuestro mismo territorio, muchos platenses tienen o van en camino de padecer los mismos inconvenientes de tantos salteños.

               No se puede especular con el tiempo, si no se atacan las causas reales que provocan los problemas, mas temprano que tarde se verán las consecuencias nefastas.

               La manera mas genuina de absorber pobres y desocupados es brindándole las condiciones para insertarlos en un mercado interno fortalecido que les genere empleo y seguridad social. Los ajustes y la falta de políticas activas productivas achican cada vez mas el mercado y aumentan las exclusión de importantes sectores sociales.

               Hace diez años no eran supuestamente un problema inmediato los miles de trabajadores y sus familias que fueron indemnizados por el Estado, lo son ahora que no pudieron reinsertarse en el mercado laboral y menos aún pudieron ser empresarios.

               En la actualidad como entonces necesitan respuestas, con el agravante que la situación es mucho mas grave aunque la solución parece la misma. No se les puede cambiar las indemnizaciones mal gastadas, con planes trabajar o subsidios para postergar la agonía, aunque ello signifique sobrellevar las próximas elecciones.

               Resulta vital el rol del Estado y su participación activa, impulsando políticas y generando herramientas que impulsen un desarrollo económico para permitir el fortalecimiento genuino de todos los sectores sociales, sin excluidos.

               El rol del Municipio

               La herramienta mas inmediata que tienen los ciudadanos es el Municipio, y tiene que cumplir su rol. Además de resolver los inconvenientes propios de su competencia, no puede estar ausente de la necesidad de generar y crear empleo para sus pobladores.

               El hecho de endeudarlo, según lo decidieran el oficialismo y la oposición en su conjunto, en 105 millones de dólares sin al menos plantearse como necesario un impulso productivo constituyo desafortunadamente, una decisión en contrario. Se priorizó el asfalto y las obras que hacen ganar elecciones postergando las soluciones de fondo.

               Desde esta columna se planteo la necesidad de generar un instrumento idóneo, una Agencia para el Desarrollo, como una de las maneras de activar el rol municipal para dar soluciones concretas a los sectores postergados y dejar de dar una señal opuesta, al mantener el opaco y poco eficaz Instituto de la Producción y del Empleo, administrando unos insignificantes planes y subsidios provinciales y nacionales.

               De existir una decisión de cambiar de política, pueden convertirse en beneficios las ventajas de tener un propio Banco y una fuerte población universitaria albergada en la centenaria UNLP y otras Altas Casas de Estudios. Brindar financiamiento, capacitación y conocimiento científico para el desenvolvimiento productivo en la región puede implicar una clara señal para mejorar las condiciones de vida de la población.

               El Municipio pudo haber tenido los elementos para asesorar, capacitar, inducir y transformar a los trabajadores despedidos e indemnizados, en genuinos emprendedores dentro del mercado productivo.

               O acaso endeudarse de la forma que se hizo pero para crear un organismo o Sociedad de Garantías, con mayoría de capital municipal, para posibilitar acceder a créditos a quienes tengan un proyecto productivo que implique concebir empleos pero que no puedan brindar las garantías y avales que exige actualmente la Banca. Permitir que se obtengan plazos, tasas e incluso subsidios acordes y destinados al crecimiento de la región. Todo o una parte de la fabulosa deuda hubieran podido constituirse en un fondo para invertir para el desarrollo económico.

               De acuerdo a la actitud que se tome frente a la crisis se ve reflejada la responsabilidad de cada gobernante, el común de los mortales cada vez comprende más la necesidad de respuestas serias.

               (*) Integrante del CEPADE (Centro de Estudios para el Desarrollo)

 


Página Principal